Hola compañer@s:
El día 10/4/10 nos acercamos varios miembros de la asociación a la desembocadura del Río Mijares.
Éste nace en la Sierra de Gúdar (Provincia de Teruel) y desemboca entre Burriana y Almazora (Provincia de Castellón), con una longitud de 156 km de recorrido. En nuestra comunidad discurre por las comarcas del Alto Mijares y la Plana Baja. Se trata de un río con régimen típicamente mediterráneo, sometido por tanto a fluctuaciones intensas de caudal entre las temporadas secas y lluviosas. A lo largo de la comarca del Alto Mijares, el río discurre fuertemente encajado entre las estructuras geológicas mesozoicas. A partir del término de Fanzara suaviza su pendiente y comienza a abrirse hacia la planicie litoral. La desembocadura está formada por un cono aluvial, cerrado superficialmente por un cordón de gravas, roto sólo por los efectos de los temporales de levante sobre la línea de costa. En su desembocarura forma una especie de albufera alargada de unos 90 metros de anchura, que se hace más delgada en la línea de la costa por el avance de un cordón litoral desde el norte que la cierra parcialmente hasta alcanzar unos 40 metros. La superficie de la cuenca es de 4028 kilómetro cuadrados y el caudal medio es de 14,72 m³/s. Entre los términos municipales de Villarreal y Almazora el río discurre encajado entre materiales geológicos recientes. Este tramo, incluido en el Paisaje Protegido, muestra un notable valor paisajístico y ecológico como ambiente de ribera bien conservado en muchos lugares, en un contexto territorial densamente poblado e intervenido por el hombre. Se trata de un ambiente apreciado por los habitantes de la zona como lugar tradicional de ocio y recreo, enriquecido por parajes de uso público de profundo significado social para los municipios.
El río, entra en la Provincia de Castellón por el embalse de Arenoso. El embalse tiene una capacidad de 136,9 hm³. El embalse de Sichar, es el que regula el riego de la Plana y controla las crecidas del río. El embalse tiene una capacidad de 49,3 hm³. También están presentes los embalses de Alcora y de María Cristina pero son de menor tamaño.
En el tramo final del río, entre la población de Almazora y la desembocadura en el mar, el curso fluvial adquiere una notable importancia ecológica por la formación de lagunas poco profundas, ricas en vegetación acuática y subacuática y en comunidades heliofíticas, junto con especies y comunidades más típicas de las riberas y cauces fluviales. Estas últimas, conforme se acercan a la costa, van convirtiéndose en juncales y prados húmedos y en comunidades psammófilas.
La presencia de mayor o menor cantidad de agua ha permitido la existencia de una fauna con una elevada diversidad de especies, algunas de ellas de gran interés para la conservación. Abundantes y variadas son las comunidades de aves: anátidas, ardeidas, láridos, limícolas y paseriformes palustres, están presentes en los diversos ambientes generados por los gradientes de salinidad provocados por la entrada ocasional de agua marina.
Por otro lado, la intervención humana sobre el paraje también ha provocado distintos impactos ambientales de carácter negativo como los vertidos de residuos sólidos, el pastoreo excesivo y los vertidos líquidos con eutrofización de las aguas.
El tramo final del río está incluido, con la denominación Desembocadura del Millars, en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana. Así mismo está declarado de Refugio, zona de especial protección para las aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) de la Comunidad Valenciana.
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