La Oficina Verde de la Universidad de Alicante se queda en blanco

Después de pasar varios años trabajando en el equipo de la Oficina Verde de la Universidad de Alicante, organizando múltiples proyectos relacionados con el cuidado del medio ambiente y la educación ambiental, los compañeros integrantes del conjunto de AEYMA hemos tenido que presenciar con mucha tristeza cómo esta institución se ha quedado temporalmente en blanco.

La Oficina Verde es una institución común en muchas de las universidades españolas. Son organismos encargados de velar por el medio ambiente en las universidades y en su ámbito territorial, organizan muchísimas actividades de intervención en la naturaleza que nos rodea, proyectos de educación ambiental, cursillos, etc.

Imagen de archivo: actividad de senderismo organizada por la Oficina Verde y Ecos Alacant en 2009.

Desde el pasado mes de diciembre de 2009, momento en el cual el Consejo de Alumnos de la UA cambió a su equipo directivo tras las elecciones del pasado año, la Oficina Verde ha presentado una ausencia total de actividades, dejando de manifiesto la dejadez de los actuales alumnos dirigentes dentro de la universidad. A fecha del presente mes de mayo, la Oficina Verde permanece sin coordinación (la cual, por normativa estatutaria, recae siempre en un alumno de la propia universidad, asegurando de esta forma la independencia del profesorado y otros poderes políticos). Este hecho es una grave irregularidad dentro del funcionamiento general de la universidad y, en nuestra opinión, es un suceso francamente lamentable, motivo por el cual lo denunciamos públicamente en el blog de AEYMA.

Desde la fundación de la Oficina Verde de la UA, esta institución se ha caracterizado por presentar una apretada agenda, dirigida por un coordinador o coordinadora dedicados plenamente a su correcto funcionamiento, independientemente del partido político que gobernara el Consejo de Alumnos. Por ese motivo consideramos que llegar a este punto es una situación lamentable e inaceptable y que el conjunto de los universitarios alicantinos deberían pedir cuentas a los responsables políticos del momento.

Sin duda alguna es una gran pérdida en términos ecológicos para nuestra universidad. Veremos cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos meses tras medio año sin dar señales de vida. ¿Habrá muerto la Oficina Verde para siempre?